jueves, 24 de junio de 2010

Opositar trabajando

Aunque no estemos precisamente en una época en que este perfil de opositor sea el predominante, sí es cierto que son muchos los opositores que compaginan una vida laboral con la preparación de una oposición. Aunque es más complicado a priori lograr los objetivos en esta coyuntura, si se siguen algunas pautas, no es tan difícil como pudiera parecer.

Un problema a controlar muy común se refiere a los horarios. En este sentido, sugiero mantener una rutina que favorezca la asimilación del entrenamiento. Los cambios continuos de horario, tanto laborales como en el entrenamiento, dificultan la asimilación por el organismo de las cargas de trabajo. Así, es preferible incluso entrenar menos pero rutinariamente, que cambiar las horas habituales de ejercitación para poder entrenar un poco más.

Otro aspecto clave es la secuenciación racional de objetivos. No se puede esperar un ritmo de mejora similar al de otro opositor que sólo esté exclusivamente preparándose para la oposición. Así, recomiendo plantearse unos objetivos mínimos en un periodo de tiempo razonable para calibrar las verdaderas posibilidades individuales. De esta forma, asesorados por un profesional, podreis incluso valorar la posibilidad de, en un momento determinado, dejar la vida profesional para centraros en la oposición si fuere el caso. Eso sí, este tipo de decisiones no excluyen la posibilidad de que las expectativas de éxito se puedan frustrar, por lo que es necesario que se afronte la decisión asumiendo racionalmente todas sus consecuencias.

En todo caso, con un mínimo de condiciones y de entrenamiento adquirido, no es tan complicado, con un entrenamiento adecuado a las necesidades individuales, poder lograr los objetivos sin tener que renunciar a trabajar o/y estudiar otros oficios.