domingo, 10 de enero de 2010

Mujer y Oposiciones

Gracias a la igualdad de acceso al mercado laboral (teórica) de hoy en día, la mujer también puede aspirar a trabajar en los cuerpos de policía, bombero, vigilancia aduanera, etc., aunque con disparidad de criterios dependiendo del cuerpo y del lugar de destino.

En general, según mi experiencia, se tiende a favorecer a la mujer con los baremos en cuanto que la exigencia física no se corresponde con la verdadera diferencia biológica entre sexos. Así, lo que en la práctica se hace para garantizar la equidad en el mérito, obedece en muchos casos a la menor adherencia que la mujer demuestra a la práctica deportiva y que estadísticamente obliga a establecer unos criterios mínimos que se relacionan más con aspectos socio-culturales que con las verdaderas diferencias biológicas.


Los estudios clásicos y el análisis de los récords mundiales en varias disciplinas, revelan una diferencia biológica en el rendimiento entre hombres y mujeres de aproximadamente un 10%. Esto, como es obvio, es una generalización y puede ser más o menos ajustado a la realidad dependiendo de qué deporte estamos hablando. Así, por ejemplo, sí sabemos que la mujer recupera mucho terreno al hombre en las pruebas de larga duración por ser capaz de correr a fracciones mayores de su máximo consumo de oxígeno.


Otra cosa es que en determinadas pruebas o deportes, la tardía o menor incorporación de la mujer a la práctica deportiva no favorece que se aprecie la verdadera diferencia entre sexos por una cuestión meramente estadística. Esto se ve muy claramente en deportes como el atletismo, en que un gran número de practicantes a lo largo de muchos años ha ayudado a la objetividad de las estadísticas. Además, la estandarización de las condiciones de competición en este tipo de deportes ayuda a la comparación haciendo más meritorio el logro de los grandes campeones si cabe. El caso contrario está en la eclosión de nuevas especialidades deportivas con un significativo menor número de participantes y unas condiciones de práctica menos estandarizadas que disimulan el verdadero mérito de sus deportistas. De hecho, en el atletismo sí se hace muy patente el descenso del nivel medio gracias a este matiz y que es debido a una mayor sedentarización de la sociedad junto con un menor número de practicantes, ya que se diluye la presencia de los talentos deportivos en la gran cantidad de disciplinas a las que tiene acceso cualquier joven en la actualidad.


Volviendo a las oposiciones, sí puedo apreciar una gran diferencia, en general, en la constancia de las mujeres a la hora de preparar una oposición. Lo que ya no estoy seguro es si esta cualidad positiva afecta a la ratio final de éxitos, ya que la mencionada menor adherencia deportiva afecta negativamente por una menor destreza competitiva que muchas de las aspirantes demuestran en las pruebas físicas de acceso.