viernes, 21 de diciembre de 2007

Dóping

No es frecuente encontrar en la mayoría de las oposiciones a gente que recurra a sustancias dopantes ilegales para incrementar el rendimiento pero, para sorpresa de muchos, empiezan a aparecer casos en oposiciones a bombero que tienen un nivel de exigencia muy alto.

A lo largo de la historia el hombre a recurrido a sustancias para estimularse, con fines lúdicos y también para favorecer el rendimiento. Por ejemplo, en la cultura inca, los mensajeros que recorrían grandes distancias para transmitir un mensaje, lo hacían con la ayuda de la coca. Este es un hecho que antropológicamente ha de interpretarse como un fenómeno normal e inherente a cualquier cultura.

El problema está en que todo lo que se aporta de forma exógena a nuestro organismo se acaba pagando. El organismo tiene una reserva de adaptación que, ante situaciones de sobre solicitación o gran estrés (p.e. carga elevada de entrenamiento), merma nuestro rendimiento como una consecuencia de este estrés, pero que también sirve como un mecanismo de protección para inducir la recuperación y así adaptarse. En este sentido, el uso de sustancias suele encaminarse a poder tolerar más carga de entrenamiento.

Un ejemplo de que todo se paga está en los efectos secundarios de determinadas sustancias. Por ejemplo, los anabolizantes acaban provocando atrofia testicular (hipogonadismo), disminuyendo la producción de testosterona, con el subsiguiente desequilibrio hormonal y metabólico, e incluso, según algunas evidencias recientes, favorecer la aparación de cáncer de higado.

La solución está en entrenar con una organización racional de las cargas de entrenamiento. Lo normal es que haya dóping donde se entrena mucho y mal. Por otro lado, en mi propia experiencia, el recurrir a determinados productos es indicador, en muchos casos, de unos hábitos alimentarios incorrectos unido a la ausencia de rutinas recuperativas naturales como el masaje.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Flexibilidad

La flexibilidad es la capacidad de incrementar la amplitud de una articulación sin restricciones ni dolor. Se ha considerado clásicamente como una de las capacidades físicas básicas junto con la velocidad, la resistencia y la fuerza, aunque esta taxonomía está actualmente desfasada.

El desarrollo de la flexibilidad cumple dos objetivos principalmente. El primero está relacionado con el rendimiento. Cuantas menos limitaciones se tengan para desarrollar rangos de movimiento articular aceptables en un gesto deportivo, menos limitado estará ese gesto buscando la eficiencia del mismo. Por ejemplo, una pobre flexibilidad de tobillo, por acortamiento de gemelos, es la causa principal de que a muchos opositores, cuando empiezan a entrenar con sentadillas, se les levantes los talones y no puedan mantener el equilibrio. De ahí que se tenga que empezar con una tabla debajo de los talones.

El otro objetivo importante tiene que ver con la profilaxis. Es necesario poseer determinados rangos de amplitud en las articulaciones para prevenir lesiones por esfuerzos intensos que requieren de amplitudes importantes. El ejemplo típico es el de acortamiento de la musculatura posterior del muslo que, si no está suficientemente tonificada y flexible, puede ceder y no soportar las elevadas tensiones a las que se llega corriendo en la fase de velocidad máxima del 100 m.l.

Aparte de los dos objetivos anteriores, el realizar ejercicios de flexibilidad en según qué partes de la sesión, puede favorecer o potenciar la ejecución de determinados ejercicios. La cuestión está en que según los objetivos del sujeto y sus cualidades, este tipo de efectos pueden tener efectividad o no. Por poneros un ejemplo, los estiramientos en el calentamiento, que muchos asumen como imprescindibles, están siendo cuestionados por nuevos estudios que encuentran una pérdida de potencia en la ejecución de determinados ejercicios realizados posteriormente. Pero éste es un tema que aún está en discusión...

viernes, 7 de diciembre de 2007

Velocidad

La velocidad es la capacidad, según se deduce de la fórmula v=e/t, de desplazarse una distancia en un tiempo determinado. Desde un punto de vista deportivo y de oposiciones, nos referimos a las pruebas de más corta duración que, por lo elevado de la intensidad, se dan en llamar pruebas de velocidad, en contraposición a las de fondo.

El caso más típico en una oposición son los 100 m.l., aunque en algunas ocasiones piden distancias inferiores (50 o 60 m.l.) o superiores (200 m.l.). La capacidad de un sujeto de ser rápido está muy marcado desde el punto de vista genético. Aunque depende de muchos más factores, uno de los más importantes es el poseer un porcentaje elevado en el músculo de fibras de contracción rápida, lo que no quiere decir que por tener más fibras de contracción rápida se sea más veloz. Este es el motivo por el que, tras un trabajo de fuerza bien hecho se mejora en las pruebas de velocidad, porque aunque no aumentemos el número de fibras rápidas, sí lo hacemos con su tamaño.

Una de las claves del éxito en una prueba como el 100 m.l. está en el superar exitosamente cada una de las fases en las que se puede diseccionar: salida-aceleración-velocidad máxima-resistencia a la velocidad. A muchos les habrá sorprendido esto, pero en una prueba como el 100 m.l. ¡también hay resistencia!

Pero no todas las partes valen lo mismo. Por ejemplo, la salida es una parte muy pequeña que no decide nada y que, incluso, buscando hacerla más explosiva, se pueden hipotecar fases posteriores más importantes. Sin duda alguna la que más diferencia a los buenos de los malos es la velocidad máxima, que además está muy directamente relacionada con la de aceleración y la de la resistencia, lo que obliga a entrenarla considerando estas otras fases en conjunto.

Para que lo entendais, voy a poner dos ejemplos extremos con fines didácticos. El que sale muy rápido y acelera también muy rápido, va a alcanzar una velocidad máxima inferior y, además, va a estár más tiempo perdiendo velocidad, pues le quedan más metros de resistencia hasta la meta. El caso contrario es el del opositor que prolonga tanto la aceleración que puede alcanzar una velocidad máxima mayor y estará, por lo tanto, menos tiempo en la fase de resistencia. Éste último hará, sin duda, mejor tiempo. Pero, ¡ojo! esto que acabo de decir afecta al cómo preparar la carrera, entrenando más las fases que nos interesan y no al hecho de que, en todos los casos, se ha de correr siempre al máximo desde el disparo de salida.
De la velocidad en natación o en el circuito de agilidad hablaremos otros días...

domingo, 2 de diciembre de 2007

Teoría y Práctica

Algunas veces determinadas personas me acusan de "entrenador teórico" por el hecho de recurrir a la información existente para explicar las cosas o tener determinada formación y, según ellos, carecer de la experiencia necesaria...

Lo primero que les explico es que la teoría surge de la práctica. Es decir, lo que se publica siempre es a partir de la experiencia profesional, pues los estudios que aparecen en las revistas científicas suelen ser de grupos de trabajo que diseñan experimentos para comprobar lo que en la práctica cotidiana observan o les comunican otros colegas. Por lo tanto, la teoría no es una invención sino una realidad fruto de la experiencia. La experiencia es la madre de la ciencia.

Otro punto que me gusta dejar claro es que, los que nos adscribimos a la ciencia, trabajamos con ventaja porque tenemos acceso a información privilegiada. En los círculos científicos, consultando las revistas especializadas y hablando con colegas expertos, obtenemos información que no está al alcance de la mayoría de la gente hasta que, pasados varios años, llega a las facultades o centros de formación especializados y es impartido como materia de estudio obligatoria.

Por último, el conocimiento de las reglas de la investigación científica proporcionan la capacidad para analizar y comprender la propia realidad de una forma objetiva, pudiendo así tener la independencia para organizar eficientemente la intervención profesional sin depender de los modelos de intervención que nos aporten en los cursos o centros de formación habituales. Es decir, nosotros elaboramos nuestro propio modelo fundamentado en conocimiento científico.

O sea, que si alguién te acusa de que no tienes experiencia, pero estudias muy duro, puedes decir que sí tienes mucha experiencia: la de los que llegaron antes que tú y lo comunicaron a través del método científico.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Economía

No, no me refiero a lo que os cuesta pagaros todo lo relacionado con la oposición. Cuando me refiero al concepto de economía, que es un término importado en el ámbito de la fisiología del ejercicio desde la ingeniería, me estoy refiriendo al concepto de eficiencia. Me surge hablaros de este tema ya que recientemente nos han publicado un artículo y cuando se lo comentaba a un opositor, me sugirió que lo sacase en el blog.

Es muy fácil. Desde un punto de vista energético, un movimiento es más económico cuanta menos energía nos exige para el mismo rendimiento. Respecto de los gestos deportivos, la economía de carrera es el más estudiado y se define como la cantidad de oxígeno que consume un corredor por kg de peso y por minuto a una velocidad determinada. Pensad en los coches cuando se habla de si hace 9 km por litro etc., pues los seres humanos somos bastante más eficientes ya que tenemos un rendimiento del 20-30% según de que gesto estemos hablando. El problema está en que los coches no lo son porque no interesa.

El término de economía y, por lo tanto, de eficiencia, ha estado ligado tradicionalmente al de técnica. Desde esta perspectiva, siempre se ha enfocado el trabajo técnico como la imitación de un modelo. Nada más lejos de la realidad, en los sistemas complejos como el cuerpo humano esto es un error porque la interacción de todos los factores que influyen en el rendimiento sugieren la existencia de patrones individuales y circunstanciales o concomitantes a cada exigencia. Esto es fácil de ver si comparamos los estilos de carrera de grandes velocistas como Michael Johnson o Carl Lewis. ¿En qué se parecen? Otra cosa es que existan parámetros mecánicos que son universales respecto de la eficiencia mecánica y, por lo tanto, el enfoque correcto será el que haga énfasis en parámetros medibles y no en la forma estética.

En relación a esto último, más recientemente se ha sugerido la relación de parámetros relativos al control motor del sistema nervioso con la economía en deportes de resistencia, que es sobre lo que trata el artículo. Esto significa que, más importante que mover la pierna de una forma determinada, es la capacidad que tenga nuestro sistema nervioso de hacer los ajustes pertinentes para realizar el gesto de una forma más eficiente.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Velocidad aeróbica máxima

La velocidad aeróbica máxima o VAM, es un parámetro fisiológico que se define como "la mínima velocidad que solicita el máximo consumo de oxígeno". Su importancia radica en que, si conocemos la VAM, conocemos a qué velocidad estamos entrenando o corriendo con la máxima activación del metabolismo aeróbico.

Este parámetro se puede determinar con diferentes protocolos en laboratorio. Pero no todo el mundo tiene acceso al laboratorio. En campo, existen pruebas que pueden estimar con suficiente precisión la VAM. Así, un protocolo bastante estudiado y que es relativamente fácil de aplicar es el "Test de carrera en pista de la Universidad de Montreal". Otra variante propuesta recientemente para estimar la VAM es el "Test de pista de los cinco minutos", que aunque tiene algunas limitaciones, está validado en poblaciones de deportistas para estimar la VAM a partir del cálculo de la velocidad media después de intentar recorrer la máxima distancia posible en 5 minutos.

Hace ya algunos años llevamos a cabo un estudio para calcular la relación entre la VAM estimada con el "Test de la Universidad de Montreal" y el rendimiento en 1000 metros, que es una de las pruebas típicas para valorar la resistencia de carrera en oposiciones. En este estudio con opositores, encontramos que la VAM correlacionaba muy intensamente con el rendimiento en el 1000 m y que la velocidad media en el 1000 m equivalía al 115% de la VAM.

Desde un punto de vista práctico, este tipo de pruebas nos pueden ayudar a conocer el potencial aeróbico de los opositores y predecir el rendimiento en los test específicos, con las ventajas que supone según en qué periodo de la preparación estamos.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Adelgazar

Es muy común, en opositores que están empezando, el tener sobrepeso. La importancia de que este sobrepeso desaparezca se fundamenta en dos grandes razones.

La primera, alude a la necesidad de mejorar la fuerza relativa. Cuanto más masa de nuestro cuerpo sea "útil", mejor de cara al rendimiento ya que muchas de las pruebas son movilizando el propio peso corporal.

La segunda tiene que ver con la profilaxis. Precisamente porque muchas de las especialidades son con el propio peso corporal y además, son cíclicas, es decir, en las que el gesto se repite muchas veces, el riesgo de lesión por sobrecarga es mucho mayor. Pensemos que algunas estructuras de nuestro cuerpo como los tendones, que tardan meses en lograr adaptaciones significativas por el entrenamiento, pueden sufrir daños e inflamarse (tendinitis) por el hecho de no tolerar unas fuerzas de impacto (vibración) y tracción para las que no están preparadas.

Bajar de peso es muy fácil si se tiene en cuenta que la masa corporal es, fundamentalmente, el balance final entre el anabolismo y el catabolismo, es decir, entre "crear y eliminar". Si aporto nutrientes en cantidad suficiente y el aporte calórico es adecuado, el mayor gasto calórico por entrenar es la mejor forma de llegar al "peso ideal" de una forma natural. El problema, en el caso de los opositores, suele estar en una alimentación desequilibrada con un régimen de entrenamiento irregular, lo que no equipara el gasto calórico con la ingesta. La solución, por lo tanto, será el adquirir unos hábitos saludables respecto de la alimentación asociado a un régimen de entrenamientos normalizado. Por otro lado, la obsesión por adelgazar, en muchos casos, no está justificado por los problemas psicológicos y fisiológicos que puede ocasionar.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

El Calentamiento

El calentamiento es la parte de la sesión destinada a preparar al organismo para afrontar, en las mejores condiciones posibles, la carga de entrenamiento y también la oposición. Su importancia radica en que el efecto de éste repercute en los niveles tanto fisiológico como psicológico.

El calentamiento puede modificar totalmente el efecto en el organismo de la carga de entrenamiento. Dependiendo de la calidad del mismo, se asimilará la carga de una forma u otra. A nadie se le ocurre, por ejemplo, correr durante una hora antes de hacer una sesión de fuerza en el gimnasio. Lo mismo es aplicable en el caso de la oposición. Nadie en su sano juicio calentaría para subir la cuerda haciendo sentadillas.

De lo anterior se deduce que, habiendo una parte del calentamiento que puede valer como activación general del organismo, también habrá partes del calentamiento destinadas a la preparación específica de la tarea o ejercicio para la que se está calentando. Así, el aumento de la temperatura corporal, que es uno de los principales beneficios del calentamiento en general, se sabe que incrementa la velocidad en la conductividad nerviosa, lo que puede tener mucha más importancia en ejercicios que requieren una alta exigencia a nivel neuromuscular.

Frecuentemente se olvida el utilizar el calentamiento con objetivos más amplios que los de prepararse sólo para el entrenamiento. En mi experiencia como entrenador, suelo utilizar este momento para realizar tareas o ejercios que, dependiendo de la fase de la preparación, pueden tener un efecto más amplio que el de prepararse sólo para la sesión y que son mejor asimilables en un estado de total ausencia de fatiga.

Además de la especificidad del calentamiento, también debemos hablar de la individualización del calentamiento. En este sentido, lo que para una persona muy entrenada es calentar, para otra puede suponer una fatiga elevada. Un ejemplo muy claro de esto es el fenómeno que recientemente se ha descrito en la literatura científica y que nosotros hemos encontrado en un grupo de fondistas (pincha aquí si quieres ver el resumen).

El fenómeno se refiere a una potenciación neuromuscular, reflejada por una mayor capacidad de salto, en corredores de fondo inmediatamente después de completar pruebas de carrera hasta la extenuación, lo que aparentemente es una paradoja. El caso es que la carga fisiológica de estas pruebas ha provocado un balance fatiga-potenciación que, en el caso de la capacidad de salto, ha incrementado el rendimiento de estos sujetos justo después de acabar unas pruebas de carrera hasta que no podían más.

Esto recuerda, de alguna manera, al fenómeno de potenciación que experimentan velocistas y saltadores después de hacer trabajo de pesas. No viene al caso que entremos en la justificación fisiólogica más aceptada para esto, pero sí querría dejar claro con este ejemplo que, hablando de cómo calentar, es muy importante saber quién, cuándo, y para qué calienta.
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En el caso de los opositores, recordemos que no son ni velocistas, ni fondistas, ni powerlifters, ni nadadores, etc. Por lo tanto, habrá que diseñar calentamientos específicos que estén pensados para opositores según qué época concreta y para qué objetivos determinados.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Autoentrenamiento

No creo que sea necesario explicar a lo que me refiero con autoentrenamiento pero, para los que no están en el mundillo, diré que es muy típico el ver gente que copia entrenamientos de otras personas, planificaciones, formas de hacer los ejercicios, etc., todo lo que tenga que ver con la metodología.

Un entrenamiento no es una receta. Pondré el ejemplo de quién va al médico a que le recete algo para determinadas molestias y el amigo, con dolores aparentemente similares, decide tomar lo mismo. Al final, uno tenía gases y el otro, cáncer... Es un ejemplo extremo, pero la realidad es ésta. Lo que es bueno para mí es este momento y con estos objetivos no tiene que ser igual para otro. Sólo un profesional cualificado sabrá valorarlo. Por supuesto que a todos nos gusta entrenar acompañados, pero siempre con criterio profesional.

Sin la supervisión adecuada en la realización de las sesiones, nunca se logran todos los objetivos. Como entrenador siempre tengo que hacer modificaciones y adaptaciones a la realidad diaria que, si no estuviese presente como conocedor de los objetivos concretos de esa persona, lo que el opositor interpreta y ejecuta provocaría un efecto no buscado en su organismo respecto del rendimiento y también de la salud. Aclararé que, incluso estando presente, me puedo equivocar, pero la información que recabo con la observación es muy útil para las siguientes sesiones.

Recordaré lo que advertía en el post sobre entrenamiento concurrente acerca de que creo que los técnicos deportivos están cualificados sólo para los deportes o actividades para las que se formaron, lo que no tiene nada que ver con entrenar opositores. Para reflexionar un poco acerca de esto, me gustaría recurrir a una pirámide del saber que me enseñaron en un curso:
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Capacidad inconsciente
Consciente de mi capacidad
Consciente de mi incapacidad
Inconsciente de mi incapacidad
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Habrá quien dirá: "pues a mí me ha funcionado tal entrenamiento". No lo dudo. También puedes bajar a la calle saltando directamente por la ventana o tomando el ascensor. El problema está en el tiempo y el esfuerzo malgastados y que muchas lesiones pasan factura con el paso de los años...

lunes, 29 de octubre de 2007

¿Resistencia?

Hablando el otro día con un amigo opositor, surgió la discusión sobre que lo que él pensaba que era resistencia, en esencia no lo era, ¿o sí? El problema, como en muchos casos, está en la nomenclatura.

Muchas veces, los tecnicismos que un profesional emplea coinciden en la forma, pero no en el concepto, con lo que popularmente se tiene asumido. Cada uno en su profesión o en los estudios que haya cursado lo habrá experimentado alguna vez respecto de cualquier palabra. Eso es lo que nos pasó a los dos. Cuando él hablaba de resistencia, no estaba hablando del mismo concepto al que me refería yo, aunque los dos empleábamos la misma palabra.

Pero, ¿qué es la resistencia? La resistencia se define como la capacidad psico-física de resistir a la fatiga. Así de sencillo, aunque ya la definición nos advierte de un detalle cuando implica la psique al mismo tiempo, pues es posible que alguien que en realidad sí podría resistir a un esfuerzo desde un punto de vista fisiológico, aguante menos por una cuestión de voluntad o poca tolerancia al sufrimiento.

¿Y la fatiga? La fatiga, sin entrar en tecnicismos, se puede definir como la incapacidad para mantener un nivel de esfuerzo determinado. Aquí es donde yo quería llegar. Si tenemos en cuenta esto, es fácil comprender que también nos podemos fatigar en multitud de situaciones que nada tienen que ver con los deportes de fondo. Así, habría fatiga a la fuerza máxima, a la fuerza explosiva, a la velocidad máxima, etc. Por esta misma razón, se podría entrenar la resistencia a la fuerza máxima, a la fuerza explosiva, a la velocidad máxima...

Estos tipos de resistencia obedecen a un criterio de orientación de la carga o tipo de estímulo de entrenamiento. Pero podríamos clasificar en base a muchísimos criterios para "dar más en el clavo". Así, podríamos diferenciar ejercicios que involucran mucha masa muscular o poca, que se ejecutan a diferentes velocidades, que se realizan en diferentes posiciones, que implican desplazamiento o no... Así, hasta una gran cantidad de situaciones que nos llevarían a la conclusión de que en cualquier caso nos referiremos a la resistencia especial o específica de cada situación.

Pero que exista una resistencia especial no significa que, entre muchas situaciones diferentes, no haya factores en común que favorezcan o supongan una ventaja para ser más resistentes. Así, referido a lo que los fisiólogos llaman factores centrales, un corazón de atleta, que es un corazón con una gran hipertrofia capaz de bombear más sangre por unidad de tiempo, es una adaptación común entre dos deportistas tan diferentes como un ciclista en ruta y un corredor de fondo. Obviamente, ese corazón es un factor importante e imprescindible para poder llegar a ciertos niveles, pero lo que diferencia a los buenos de los mejores, son otros muchos más factores que tendrán que ver con la resistencia especial en cada modalidad deportiva.

Hablando de opositores, hace falta una resistencia especial para cada una de las pruebas o partes de las mismas. Pero esto no significa que una gran cantidad de factores comunes y no comunes entre las pruebas, nos permitan ser más resistentes, sin trabajar la resistencia especial en cada caso. De hecho, la resistencia especial es, probablemente, uno de los factores que más interfieren en el desarrollo de capacidades antagónicas, si recordamos todo lo relativo al entrenamiento concurrente.

jueves, 25 de octubre de 2007

Fuerza Relativa

Ahora que circula el rumor de que en las oposiciones a bombero en Vigo van a subir el peso en el press de banca de la combinada, me parece pertinente hablar de este concepto.

La fuerza relativa se refiere, por lo general, a la cantidad de fuerza que un sujeto es capaz de desarrollar en relación a la masa corporal. Así, la fuerza relativa de un levantador de pesos (halterófilo) suele ser de las más grandes que hay, ya que hablamos de sujetos de apenas 60 kg que pueden levantar en arrancada más de 100 kg. En contraposición, la fuerza absoluta se refiere a la capacidad de desarrollar fuerza sin tener en cuenta la masa corporal (p.ej. powerlifter). Existen otras formas de valorar la fuerza relativa como, por ejemplo, la fuerza desarrollada respecto de un grupo muscular, ejercicios diferentes, una repetición máxima (que no es lo mismo que déficit de fuerza)...

Explicado esto, es muy fácil imaginar que lo interesante está, hablando de preparar oposiciones, en ganar mucha fuerza sin ganar mucha masa corporal, ya que muchas de las pruebas a las que se enfrentan los opositores se realizan moviendo la propia masa corporal (carrera, dominadas, etc.). Esto que parece una perogrullada, no es lo que se asume comúnmente acerca de la imagen estereotipada de un bombero.

Conociendo este concepto, parece también razonable el cuestionarse la relación entre el tamaño del músculo y la fuerza que se es capaz de desarrollar. Esta relación sí es cierta si metemos en el saco a todo el mundo porque, sólo por el hecho de hacer deporte, se tiene más masa muscular y así, más fuerza. Pero la cosa cambia hablando de gente entrenada y según qué especialidad. Por ejemplo, un velocista o un saltador de élite puede entrenar sentadillas perfectamente con 200 kg o más, pesando algo más de 70 kg en la báscula, mientras un fondista con la misma masa corporal apenas podrá mover 70 kg. Por cierto, la televisión engorda. Los velocistas raramente pesan más de 80 kg para una estatura de 170 cm.

He de aclarar que lo que aquí estoy explicando está simplificado al máximo, ya que, el concepto de fuerza, definida como la capacidad del sistema nervioso de desarrollar tensión muscular, es muy complejo y existen una gran cantidad de variables que pueden hacernos malinterpretar su valoración, como son la técnica, la antropometría, la velocidad de ejecución, etc. Así, se puede dar la paradoja de que alguién que moviliza 90 kg en un ejercicio cualquiera, puede estar desarrollando menos tensión muscular que otro que no es capaz de mover esa masa, sólo por el hecho de no dominar la técnica.

Una vez explicado el concepto de fuerza relativa, voy a dejar caer una pregunta sobre el rumor de que vayan a incrementar el peso en el press de banca de la combinada. La combinada consta de una subida a una cuerda, seguido de un desplazamiento por una escalera para realizar 12 dominadas y, de ahí, acabar haciendo 30 rep en 30 s en press de banca. Si hacemos un sucinto análisis de la prueba, tres de los cuatro ejercicios de que consta la combinada son movilizando la propia masa corporal. Entonces, ¿quiénes van a ser beneficiados?

viernes, 19 de octubre de 2007

Entrenamiento concurrente

Pensemos en una persona que quiere ganar mucha fuerza y, a la vez, correr en un buen tiempo 1000 m. En este caso, el entrenamiento para la resistencia de carrera entra en conflicto con el objetivo de movilizar grandes pesos. Pensemos en los efectos de ambos entrenamientos. Si imaginamos a un fondista, automáticamente visualizamos la imagen de una persona con poca masa muscular y, al revés, si pensamos en un levantador de pesas, enseguida nos damos cuenta de que no puede hacer un buen tiempo en una prueba de fondo.

El entrenamiento concurrente es un término que se refiere al entrenamiento simultáneo de varias capacidades que, por definición, son opuestas. El ejemplo clásico y en el que se basan la mayoría de estudios científicos, alude al entrenamiento simultáneo de fuerza y resistencia.

Pero, ¿por qué es importante conocer los mecanismos y adaptaciones del entrenamiento concurrente? Si necesito desarrollar al mismo tiempo dos capacidades que son antagónicas en su manifestación y, por lo tanto, en su entrenamiento, necesitaré conocer la mejor manera de entrenarlas para maximizar las adaptaciones sin que interfieran unas sobre las otras.

Sabemos que maximizar el rendimiento en una prueba limita el rendimiento en cualquier otra prueba. Si pretendemos ser los más fuertes, difícilmente podremos ser los más rápidos o los más resistentes, pero entrenando de la forma adecuada, podremos llegar a ser bastante rápidos, bastante fuertes y bastante resistentes, sin la necesidad de entrenar proporcionalmente cada una de esas cualidades por separado.

El quid de la cuestión está en que cuando entrenamos para un objetivo o una prueba determinados no estamos incidiendo en una sola capacidad, sino en muchas a la vez, por lo que es inevitable que el entrenamiento de unas capacidadades, incluso en días diferentes, interfiera en el desarrollo de otras. No debemos olvidar que los procesos naturales de adaptación del organismo duran, por lo general, varios días.

Entonces, ¿cuál es la estrategia para solucionar este problema? Pues no es una tarea nada sencilla. Hoy en día conocemos determinados índices fisiológicos y los tiempos de recuperación media de algunos de los entrenamientos tipo de las disciplinas deportivas más estudiadas (atletismo, halterofilia, etc.). Pero esta información no es suficiente.

Lo realmente complejo es que, mientras en los deportes orientamos el entrenamiento en un camino único en el que entrenamos un número limitado de capacidades, un opositor ha de desarrollar muchas y muy variadas formas de motricidad. Pensemos en la variedad de pruebas que deben superar y que no guardan relación con ninguna especialidad deportiva, que sí son las que han sido realmente estudiadas a fondo. Sólo conozco unos cuantos trabajos científicos con una muestra de opositores, mientras que la cantidad de estudios de cualquiera de las pruebas de atletismo es infinitamente superior.

Pero incluso teniendo información técnica de pruebas que forman parte de las oposiciones que ya existen en algunos deportes, es muy poca la información relativa a la influencia de unas disciplinas sobre otras como, por ejemplo, el entrenamiento de los 100 metros libres en el entrenamiento de los 100 metros lisos. Es por esto que la formación de los técnicos deportivos, que sólo está orientada a ese deporte en particular, no da cobertura a las demandas especiales de la preparación de opositores, contrariamente a lo que muchos creen.

Desde mi experiencia personal, después de contrastar con la realidad los conocimientos que las ciencias del deporte van generando, puedo decir, con total seguridad, que no es necesario trabajar proporcionalemente cada prueba para lograr el nivel de rendimiento deseado, y sí basar el éxito del entrenamiento en el aprovechamiento de las sinergias o suma de los efectos de las diferentes capacidades.

Por ejemplo, es posible (aunque a muchos les suene raro) desarrollar factores en la sala de pesas para rendir más en una prueba de fondo, y así sucesivamente entre las diferentes pruebas. Esto significa que un entrenamiento bien diseñado, teniendo en cuenta estas claves y planificado con tiempo, puede lograr los objetivos con mucho menos esfuerzo y, por lo tanto, con menos tiempo invertido y así, menor riesgo de lesión.

Razón de Ser

Hola a todos. Sé que éste va a ser un blog que despierte interés porque, debido al número creciente de opositores a bombero, policía, vigilancia aduanera, etc., la preocupación por el entrenamiento encaminado a superar las pruebas físicas de estos procesos selectivos es, también, cada vez mayor.

Mi inquietud personal viene de mi actividad profesional. Las convocatorias se van sucediendo y, los aspirantes, ilusionados, estudian y entrenan para conseguir el tan ansiado puesto de trabajo. Para muchos, es la ilusión de su vida. Para otros, una buena salida profesional.

En mis años de carrera no me imaginaba que éste iba a ser un campo de trabajo tan importante para mí, pero el devenir profesional y el interés que me despertó, al poder volcar de una manera práctica mi continua preocupación por el abordaje científico del entrenamiento, han conseguido que dedicase muchas horas de reflexión y estudio para poder desarrollar lo más correctamente mi labor.

Este proceso de formación continua y reflexión, unido a la experiencia que crece constantemente, me han llevado a entender el abordaje del entrenamiento de opositores como un ente con cuerpo propio que requiere de un tratamiento especial para su compresión y desarrollo.

Muchos, erróneamente, equiparan el entrenamiento de un opositor al de un atleta o un deportista. Obviamente, como un proceso en el que se busca un rendimiento físico, tiene bastantes puntos en común con el entrenamiento deportivo, pero ni un opositor es un deportista, ni una oposición es una Olimpiada. El proceso en el que se ve inmerso el opositor es, a mi entender en muchos casos, incluso más complejo que la preparación de algunos deportistas.

Este blog ha nacido con el objetivo de profundizar en esta idea de saber, realmente, cuál es la verdadera entidad del entrenamiento de opositores. Que sirva, por un lado, de plataforma para divulgar e intercambiar conocimiento y, por otro, como un foro en el que contrastemos, los entrenadores y también los propios opositores y profesionales, qué cuestiones nos merecen más atención de la forma más accesible para todos.

Poco a poco iré añadiendo más información: artículos, reflexiones, convocatorias... todo lo que sirva para nuestro propósito. Sólo espero que los interesados también se impliquen y, entre todos, vayamos construyendo este blog. Por esto, cualquiera que tenga alguna cuestión que plantear o, simplemente, para opinar, que me mande un e-mail.

Un saludo