viernes, 12 de febrero de 2010

Entrenamiento personalizado

El ahora tan de moda "personal training" o "entrenamiento personalizado" es una modalidad de entrenamiento que a priori tiene menos demanda en el mundo de las oposiciones respecto de otros ámbitos más relacionados al cuidado de la imagen o al rendimiento deportivo. La razón más evidente tiene que ver con la propia idiosincrasia del mundo del opositor: se suele entrenar en grupo, lo que favorece al adherencia al proceso y, por otro lado, el hecho de estar preparándose para una oposición conlleva, en muchos casos, renunciar al trabajo y, por lo tanto, a una fuente de ingresos.

Pero que se renuncie a que alguien esté constantemente contigo al entrenar, lo que a mi parecer puede resultar excesivo en muchos casos, no está reñido con que se pueda obtener un asesoramiento personalizado y un beneficio al individualizar la carga de entrenamiento. Así, frente a la visión típica del entrenador personal, existen otros formas de personalizar el entrenamiento sin necesidad de justificar el servicio con la presencia constante del entrenador:

- Individualizando la carga de entrenamiento a partir de unas evaluaciones específicas o de una monitorización diaria de la carga con diferentes recursos tecnológicos.
- Supervisando sólo aquellos ejercicios o algunas sesiones puntualmente que requieren de una corrección mayor. Piénsese que una gran parte de ejercicios muy comunes no requieren de grandes correcciones en el caso de aquellos opositores más expertos o, por lo menos, sólo puntualmente.
- Asesorando en todo lo relacionado con el entrenamiento invisible (nutrición, ayudas ergogénicas, hábitos de la vida cotidiana).
- Aplicando tests de valoración muy específicos que requieren de una implementación especial y una interpretación técnica cualificada.

En mi práctica habitual, una forma muy interesante que he desarrollado para individualizar la carga sin entrar en el entrenamiento personal, es el plantear un rango de series (p.e. 3-5 series) para cada ejercicio o grupo de ejercios. Así, los menos entrenados deberían realizar menos series mientras los más veteranos realizarían el máximo posible. Además de la experiencia de entrenamiento, también se pueden aplicar otros criterios. Así es más fácil para el opositor tomar decisiones porque cuando estás entrenando a un grupo, el dar premisas de trabajo a priori ayuda a los opositores a tomar decisiones sin el imperativo de mi presencia. No es lo ideal, pero ayuda bastante a no entrenar por encima de las posibilidades individuales, que es uno de los problemas más extendidos.