jueves, 25 de febrero de 2010

¿Existe el opositor ideal?

Cuando me refiero a si existe un opositor ideal, desde un punto de vista de la preparación física, me refiero a si es mejor poseer un perfil condicional determinado por implicar alguna ventaja a priori para el éxito. La pregunta no es nada fácil de contestar dada la lógica ausencia de estudios específicos. Por lo tanto, las observaciones que aquí presente son el resultado de mi experiencia en el ámbito junto con la aplicación de algunos conocimientos derivados del estudio de algunas especialidades deportivas con algún tipo de relación. Antes de empezar, es preciso aclarar que un opositor no es un deportista. Es decir, la faceta física es una parte más de las diferentes exigencias de la oposición (teórico, psicotécnico, etc.). Además, un opositor no debe maximizar el rendimiento en una especialidad determinada para rendir en unas fechas concretas, lo que convierte a la oposición en algo muy diferente a competir en un deporte, aunque muchos aún no se hayan dado cuenta todavía...

Resumiendo y sin entrar en explicaciones complejas:

* Dada la gran variedad de exigencias, con pruebas que dependen de capacidades antagónicas en muchos casos, es preferible a priori ser más rápido que lento o resistente. La razón está en que es más fácil para alguien explosivo mejorar su resistencia que al revés.

* Respecto de la antropometría, existe una creencia generalizada que asocia a los bomberos con sujetos con una gran masa muscular. Nada más lejos de la realidad, el tipo de pruebas que hay que superar favorecen a los sujetos con una mayor fuerza relativa. De hecho, el porcentaje de masa muscular oscila entre el 55-58%. Respecto del porcentaje graso, tener en torno a un 8% parece razonable por lo que he visto hasta ahora, aunque hay personas que pueden manifestar muy buenos rendimientos con un 10% (siguen siendo delgados en realidad).

* Dependiendo del conjunto de pruebas que haya que superar, puede ser relevante ser más o menos alto. Así, una persona alta que se beneficia en pruebas como la natación, tiene cierta desventaja en pruebas de agilidad. En general, medir entre 175-185 cm puede compensar las ventajas y desventajas de unas pruebas con otras, aunque la envergadura tampoco se ha de olvidar.

Obviamente, las generalizaciones no son buenas y no pretendo para nada "sentar cátedra" con estas apreciaciones. Sólo espero que sirvan de orientaciones generales para quienes no estén muy familiarizados con el tema. En este sentido, que nadie se autolimite si no se identifica con estas características ya que no son pocas las excepciones a la regla que he visto a lo largo de estos años, además de que las exigencias físicas en muchos sitios tampoco son tan elevadas como para tener muy en cuenta estos aspectos.

viernes, 12 de febrero de 2010

Entrenamiento personalizado

El ahora tan de moda "personal training" o "entrenamiento personalizado" es una modalidad de entrenamiento que a priori tiene menos demanda en el mundo de las oposiciones respecto de otros ámbitos más relacionados al cuidado de la imagen o al rendimiento deportivo. La razón más evidente tiene que ver con la propia idiosincrasia del mundo del opositor: se suele entrenar en grupo, lo que favorece al adherencia al proceso y, por otro lado, el hecho de estar preparándose para una oposición conlleva, en muchos casos, renunciar al trabajo y, por lo tanto, a una fuente de ingresos.

Pero que se renuncie a que alguien esté constantemente contigo al entrenar, lo que a mi parecer puede resultar excesivo en muchos casos, no está reñido con que se pueda obtener un asesoramiento personalizado y un beneficio al individualizar la carga de entrenamiento. Así, frente a la visión típica del entrenador personal, existen otros formas de personalizar el entrenamiento sin necesidad de justificar el servicio con la presencia constante del entrenador:

- Individualizando la carga de entrenamiento a partir de unas evaluaciones específicas o de una monitorización diaria de la carga con diferentes recursos tecnológicos.
- Supervisando sólo aquellos ejercicios o algunas sesiones puntualmente que requieren de una corrección mayor. Piénsese que una gran parte de ejercicios muy comunes no requieren de grandes correcciones en el caso de aquellos opositores más expertos o, por lo menos, sólo puntualmente.
- Asesorando en todo lo relacionado con el entrenamiento invisible (nutrición, ayudas ergogénicas, hábitos de la vida cotidiana).
- Aplicando tests de valoración muy específicos que requieren de una implementación especial y una interpretación técnica cualificada.

En mi práctica habitual, una forma muy interesante que he desarrollado para individualizar la carga sin entrar en el entrenamiento personal, es el plantear un rango de series (p.e. 3-5 series) para cada ejercicio o grupo de ejercios. Así, los menos entrenados deberían realizar menos series mientras los más veteranos realizarían el máximo posible. Además de la experiencia de entrenamiento, también se pueden aplicar otros criterios. Así es más fácil para el opositor tomar decisiones porque cuando estás entrenando a un grupo, el dar premisas de trabajo a priori ayuda a los opositores a tomar decisiones sin el imperativo de mi presencia. No es lo ideal, pero ayuda bastante a no entrenar por encima de las posibilidades individuales, que es uno de los problemas más extendidos.