La potenciación está de moda. Lo que antes se dio en llamar transferencia, según la herencia de los métodos de entrenamiento soviéticos que promulgaban el trabajo con sobrecargas previamente al de saltos o velocidad, ahora se llama potenciación post-activación. No voy a entrar en los mecanismos fisiológicos que explicarían este mayor rendimiento en ejercicios de carácter explosivo después de una estimulación eléctrica o voluntaria de la musculatura implicada. Donde voy a entrar es en la confusión que con el tema hay actualmente.
1º/ El primer concepto erróneo es que no siempre hay potenciación después de la estimulación previa. De hecho, hay sujetos que no responden a la estimulación con un incremento del rendimiento muscular.
2º/ No se ha demostrado científicamente que entrenar con esta secuencia de ejercicios sea más efectivo que hacerlo con otro método (p.e. los saltos antes de las pesas).
Entonces, ¿por qué la mayoría de la gente entrena así? Es decir, potenciar el rendimiento en un ejercicio en el entrenamiento no implica que el rendimiento en la competición vaya a ser superior; por lo tanto, incluso podría ser contraproducente porque si un sujeto está acostumbrado a un nivel de activación gracias a una secuencia de ejercicios que muy difícilmente se puede reproducir en el lugar de la competición, entonces le ocurrirá todo lo contrario, ¿o no?
