viernes, 19 de octubre de 2007

Entrenamiento concurrente

Pensemos en una persona que quiere ganar mucha fuerza y, a la vez, correr en un buen tiempo 1000 m. En este caso, el entrenamiento para la resistencia de carrera entra en conflicto con el objetivo de movilizar grandes pesos. Pensemos en los efectos de ambos entrenamientos. Si imaginamos a un fondista, automáticamente visualizamos la imagen de una persona con poca masa muscular y, al revés, si pensamos en un levantador de pesas, enseguida nos damos cuenta de que no puede hacer un buen tiempo en una prueba de fondo.

El entrenamiento concurrente es un término que se refiere al entrenamiento simultáneo de varias capacidades que, por definición, son opuestas. El ejemplo clásico y en el que se basan la mayoría de estudios científicos, alude al entrenamiento simultáneo de fuerza y resistencia.

Pero, ¿por qué es importante conocer los mecanismos y adaptaciones del entrenamiento concurrente? Si necesito desarrollar al mismo tiempo dos capacidades que son antagónicas en su manifestación y, por lo tanto, en su entrenamiento, necesitaré conocer la mejor manera de entrenarlas para maximizar las adaptaciones sin que interfieran unas sobre las otras.

Sabemos que maximizar el rendimiento en una prueba limita el rendimiento en cualquier otra prueba. Si pretendemos ser los más fuertes, difícilmente podremos ser los más rápidos o los más resistentes, pero entrenando de la forma adecuada, podremos llegar a ser bastante rápidos, bastante fuertes y bastante resistentes, sin la necesidad de entrenar proporcionalmente cada una de esas cualidades por separado.

El quid de la cuestión está en que cuando entrenamos para un objetivo o una prueba determinados no estamos incidiendo en una sola capacidad, sino en muchas a la vez, por lo que es inevitable que el entrenamiento de unas capacidadades, incluso en días diferentes, interfiera en el desarrollo de otras. No debemos olvidar que los procesos naturales de adaptación del organismo duran, por lo general, varios días.

Entonces, ¿cuál es la estrategia para solucionar este problema? Pues no es una tarea nada sencilla. Hoy en día conocemos determinados índices fisiológicos y los tiempos de recuperación media de algunos de los entrenamientos tipo de las disciplinas deportivas más estudiadas (atletismo, halterofilia, etc.). Pero esta información no es suficiente.

Lo realmente complejo es que, mientras en los deportes orientamos el entrenamiento en un camino único en el que entrenamos un número limitado de capacidades, un opositor ha de desarrollar muchas y muy variadas formas de motricidad. Pensemos en la variedad de pruebas que deben superar y que no guardan relación con ninguna especialidad deportiva, que sí son las que han sido realmente estudiadas a fondo. Sólo conozco unos cuantos trabajos científicos con una muestra de opositores, mientras que la cantidad de estudios de cualquiera de las pruebas de atletismo es infinitamente superior.

Pero incluso teniendo información técnica de pruebas que forman parte de las oposiciones que ya existen en algunos deportes, es muy poca la información relativa a la influencia de unas disciplinas sobre otras como, por ejemplo, el entrenamiento de los 100 metros libres en el entrenamiento de los 100 metros lisos. Es por esto que la formación de los técnicos deportivos, que sólo está orientada a ese deporte en particular, no da cobertura a las demandas especiales de la preparación de opositores, contrariamente a lo que muchos creen.

Desde mi experiencia personal, después de contrastar con la realidad los conocimientos que las ciencias del deporte van generando, puedo decir, con total seguridad, que no es necesario trabajar proporcionalemente cada prueba para lograr el nivel de rendimiento deseado, y sí basar el éxito del entrenamiento en el aprovechamiento de las sinergias o suma de los efectos de las diferentes capacidades.

Por ejemplo, es posible (aunque a muchos les suene raro) desarrollar factores en la sala de pesas para rendir más en una prueba de fondo, y así sucesivamente entre las diferentes pruebas. Esto significa que un entrenamiento bien diseñado, teniendo en cuenta estas claves y planificado con tiempo, puede lograr los objetivos con mucho menos esfuerzo y, por lo tanto, con menos tiempo invertido y así, menor riesgo de lesión.