jueves, 13 de diciembre de 2007

Flexibilidad

La flexibilidad es la capacidad de incrementar la amplitud de una articulación sin restricciones ni dolor. Se ha considerado clásicamente como una de las capacidades físicas básicas junto con la velocidad, la resistencia y la fuerza, aunque esta taxonomía está actualmente desfasada.

El desarrollo de la flexibilidad cumple dos objetivos principalmente. El primero está relacionado con el rendimiento. Cuantas menos limitaciones se tengan para desarrollar rangos de movimiento articular aceptables en un gesto deportivo, menos limitado estará ese gesto buscando la eficiencia del mismo. Por ejemplo, una pobre flexibilidad de tobillo, por acortamiento de gemelos, es la causa principal de que a muchos opositores, cuando empiezan a entrenar con sentadillas, se les levantes los talones y no puedan mantener el equilibrio. De ahí que se tenga que empezar con una tabla debajo de los talones.

El otro objetivo importante tiene que ver con la profilaxis. Es necesario poseer determinados rangos de amplitud en las articulaciones para prevenir lesiones por esfuerzos intensos que requieren de amplitudes importantes. El ejemplo típico es el de acortamiento de la musculatura posterior del muslo que, si no está suficientemente tonificada y flexible, puede ceder y no soportar las elevadas tensiones a las que se llega corriendo en la fase de velocidad máxima del 100 m.l.

Aparte de los dos objetivos anteriores, el realizar ejercicios de flexibilidad en según qué partes de la sesión, puede favorecer o potenciar la ejecución de determinados ejercicios. La cuestión está en que según los objetivos del sujeto y sus cualidades, este tipo de efectos pueden tener efectividad o no. Por poneros un ejemplo, los estiramientos en el calentamiento, que muchos asumen como imprescindibles, están siendo cuestionados por nuevos estudios que encuentran una pérdida de potencia en la ejecución de determinados ejercicios realizados posteriormente. Pero éste es un tema que aún está en discusión...