domingo, 2 de diciembre de 2007

Teoría y Práctica

Algunas veces determinadas personas me acusan de "entrenador teórico" por el hecho de recurrir a la información existente para explicar las cosas o tener determinada formación y, según ellos, carecer de la experiencia necesaria...

Lo primero que les explico es que la teoría surge de la práctica. Es decir, lo que se publica siempre es a partir de la experiencia profesional, pues los estudios que aparecen en las revistas científicas suelen ser de grupos de trabajo que diseñan experimentos para comprobar lo que en la práctica cotidiana observan o les comunican otros colegas. Por lo tanto, la teoría no es una invención sino una realidad fruto de la experiencia. La experiencia es la madre de la ciencia.

Otro punto que me gusta dejar claro es que, los que nos adscribimos a la ciencia, trabajamos con ventaja porque tenemos acceso a información privilegiada. En los círculos científicos, consultando las revistas especializadas y hablando con colegas expertos, obtenemos información que no está al alcance de la mayoría de la gente hasta que, pasados varios años, llega a las facultades o centros de formación especializados y es impartido como materia de estudio obligatoria.

Por último, el conocimiento de las reglas de la investigación científica proporcionan la capacidad para analizar y comprender la propia realidad de una forma objetiva, pudiendo así tener la independencia para organizar eficientemente la intervención profesional sin depender de los modelos de intervención que nos aporten en los cursos o centros de formación habituales. Es decir, nosotros elaboramos nuestro propio modelo fundamentado en conocimiento científico.

O sea, que si alguién te acusa de que no tienes experiencia, pero estudias muy duro, puedes decir que sí tienes mucha experiencia: la de los que llegaron antes que tú y lo comunicaron a través del método científico.