Un problema muy común es el querer atribuirle a los tests un valor predictivo que no tienen. Yo mismo tenía valores en los test de saltos horizontales que, por las tablas, equivalían a correr los 100 m.l. en 10"5 y, en realidad, corrí en esa época en 10"9. Más llamativos son los casos de gente que, teniendo poco peso corporal y moviendo muchos kilos en media sentadilla, no son capaces de bajar de 12".
El problema de esto es que, desde un punto de vista matemático, una correlación no equivale a una relación causal, que es lo que tiende a pensar mucha gente. Simplemente es un índice estadístico que nos da un valor de la intensidad de la relación entre dos variables que no tienen por qué explicarse mutuamente. Es decir, ambas podrían tener en común depender de una tercera variable.
Sí es cierto que la fuerza explosiva del tren inferior es importante para mover kilos en media sentadilla y para correr rápido o saltar rápido, pero el rendimiento en cada prueba dependerá de muchos más factores, además de que la capacidad de manifestar fuerza explosiva es muy dependiente de a qué velocidad se realiza, es decir, no es constante dependiento de si se hace con el peso corporal en un gesto determinado o con el doble del peso corporal en otro gesto, por ejemplo, ya que cada gesto tendrá sus condicionantes característicos.
Lo correcto, por lo tanto, será el evaluar individualmente en cada caso, la evolución en determinados tests que evalúen capacidades diferentes y que tengan todos ellos cierta relación con el rendimiento final en una prueba, para saber cuáles son los puntos fuertes y cuales son los puntos débiles de cada persona.