domingo, 16 de noviembre de 2008

Ejemplos prácticos de necesidad de supervisión

Para ilustrar un poco la idea de la entrada anterior, voy a comentar unos ejemplos que sirvan para entender por qué es tan importante la supervisión de lo planificado.

  • El estado de forma es una condición muy variable y sujeta a reacciones individuales. Para un mismo entrenamiento (nivel de carga), dos personas pueden tener respuestas tan distintas que es imprescindible tomar decisiones sobre la necesidad de realizar o no todo lo que ha sido programado. Esto es muy importante cuando un grupo tiene el mismo entrenamiento en común pues es la única forma de individualizar la carga. Recientemente, he tenido que sugerir a varios opositores que dejasen de hacer las series ya que, estaban tan fatigados (por diversos motivos), que la velocidad en cada repetición se alejaba demasiado de su máximo y, por lo tanto, no estaban entrenando la capacidad objetivo (= no habría adaptación específica).

  • Respecto de la técnica de ejecución, cualquier ejercicio cambia muchísimo su efecto según lo ejecutemos de una forma u otra. Ahí es imprescindible que quien aplica el criterio a todo el plan, supervise la ejecución para asegurarse de que las cosas se hacen para conseguir los objetivos propuestos. El otro día me comentaba un opositor que si debía de bajar despacio en la sentadilla para poder calcular mejor cuánto bajaba. En su caso, según sus objetivos, era más importante que bajase lo más rápido posible aunque no controlase totalmente cuánto bajaba.

Espero que estos dos casos dejen claro el por qué es tan importante la supervisión de los entrenamientos hasta el punto que nunca se entrena lo que se planifica: siempre se hacen adaptaciones a las necesidades y circunstancias individuales.