domingo, 9 de noviembre de 2008

Supervisión de los entrenamientos

Es demasiado común que la gente pida "una tabla" o un entrenamiento y que, para esa persona, el valor de ese entrenamiento esté sólo en el diseño o planteamiento. Esto es un error grave.

El entrenamiento es un proceso y, como tal, debe ser supervisado. Yo no me canso de repetir que nunca acabo haciendo lo que planifico porque es necesario hacer siempre cambios y adaptaciones a las circunstancias individuales en cada sesión. Es obvio que hay detalles que en un ejecutante experto no es necesario estar demasiado encima, pero esto no significa que la mano del entrenador no tenga mucho valor, incluso en los más veteranos. Yo mismo, siendo entrenador, pediría ayuda a alguien para que me dé una opinión externa. Pensad el mismo caso entre médicos, por ejemplo.

Esta cuestión se abordó de forma muy interesante en un estudio que comparó dos grupos que realizaron el mismo entrenamiento de fuerza en que sólo uno de ellos era supervisado. Las conclusiones fueron aplastantes, el grupo supervisado mejoró mucho más.

Ya sabeis, es mejor que os supervise alquien, mejor si es quien diseñó el entrenamiento. El papel es papel.