miércoles, 7 de noviembre de 2007

El Calentamiento

El calentamiento es la parte de la sesión destinada a preparar al organismo para afrontar, en las mejores condiciones posibles, la carga de entrenamiento y también la oposición. Su importancia radica en que el efecto de éste repercute en los niveles tanto fisiológico como psicológico.

El calentamiento puede modificar totalmente el efecto en el organismo de la carga de entrenamiento. Dependiendo de la calidad del mismo, se asimilará la carga de una forma u otra. A nadie se le ocurre, por ejemplo, correr durante una hora antes de hacer una sesión de fuerza en el gimnasio. Lo mismo es aplicable en el caso de la oposición. Nadie en su sano juicio calentaría para subir la cuerda haciendo sentadillas.

De lo anterior se deduce que, habiendo una parte del calentamiento que puede valer como activación general del organismo, también habrá partes del calentamiento destinadas a la preparación específica de la tarea o ejercicio para la que se está calentando. Así, el aumento de la temperatura corporal, que es uno de los principales beneficios del calentamiento en general, se sabe que incrementa la velocidad en la conductividad nerviosa, lo que puede tener mucha más importancia en ejercicios que requieren una alta exigencia a nivel neuromuscular.

Frecuentemente se olvida el utilizar el calentamiento con objetivos más amplios que los de prepararse sólo para el entrenamiento. En mi experiencia como entrenador, suelo utilizar este momento para realizar tareas o ejercios que, dependiendo de la fase de la preparación, pueden tener un efecto más amplio que el de prepararse sólo para la sesión y que son mejor asimilables en un estado de total ausencia de fatiga.

Además de la especificidad del calentamiento, también debemos hablar de la individualización del calentamiento. En este sentido, lo que para una persona muy entrenada es calentar, para otra puede suponer una fatiga elevada. Un ejemplo muy claro de esto es el fenómeno que recientemente se ha descrito en la literatura científica y que nosotros hemos encontrado en un grupo de fondistas (pincha aquí si quieres ver el resumen).

El fenómeno se refiere a una potenciación neuromuscular, reflejada por una mayor capacidad de salto, en corredores de fondo inmediatamente después de completar pruebas de carrera hasta la extenuación, lo que aparentemente es una paradoja. El caso es que la carga fisiológica de estas pruebas ha provocado un balance fatiga-potenciación que, en el caso de la capacidad de salto, ha incrementado el rendimiento de estos sujetos justo después de acabar unas pruebas de carrera hasta que no podían más.

Esto recuerda, de alguna manera, al fenómeno de potenciación que experimentan velocistas y saltadores después de hacer trabajo de pesas. No viene al caso que entremos en la justificación fisiólogica más aceptada para esto, pero sí querría dejar claro con este ejemplo que, hablando de cómo calentar, es muy importante saber quién, cuándo, y para qué calienta.
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En el caso de los opositores, recordemos que no son ni velocistas, ni fondistas, ni powerlifters, ni nadadores, etc. Por lo tanto, habrá que diseñar calentamientos específicos que estén pensados para opositores según qué época concreta y para qué objetivos determinados.